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¿Qué relación tienen las redes sociales con la salud mental?

Aproximadamente el 58% de la población mundial hace parte de alguna red social de forma activa, personas de todas las edades y culturas tienen acceso a ellas y si bien su uso nos acerca a la información, comunicación con familiares y amigos, ocio y muchas otras actividades, su uso excesivo puede ser perjudicial para la salud.

Los problemas de salud mental y conductual se caracterizan por cambios en el pensamiento, el comportamiento o el estado de ánimo asociados con la angustia o el deterioro en el funcionamiento psíquico general. Los trastornos mentales, especialmente la ansiedad y la depresión, son una de las principales causas de enfermedad en la sociedad actual, comprometiendo las actividades diarias de la persona, especialmente las relaciones sociales.

Teniendo en cuenta que la mayor incidencia del uso de las redes sociales se da entre los jóvenes de 16 a 24 años, un periodo crucial para el desarrollo emocional y psicosocial de las personas lo que más debería alertarnos no es lo que el uso excesivo de las redes sociales puede generar a nivel físico y mental, sino las causas de que alguien exceda su uso.

El Centro de Salud Mental de Reino Unido (Centre for Mental Health), publicó un informe el cual recoge la evidencia existente en torno al impacto de las redes sociales y sus efectos sobre el bienestar de las personas describiendo algunas consecuencias negativas sobre su uso como:

 

  • Adicción:

Las personas pueden desarrollar adicción al uso de las redes sociales, se estima que afecta alrededor del 5% de los adolescentes y se ha descrito como más adictiva que el consumo de alcohol y cigarrillos.

El hecho de tener acceso constante a las redes sociales puede afectar la concentración y el enfoque. Además, puede llegar a perturbar las horas de sueño y comprometer las relaciones personales.

La comprobación compulsiva, es decir, la necesidad de verificar mensajes, notificaciones y estar actualizado está relacionada con el fenómeno conocido como “miedo a perderse algo” o FOMO (Fear of Missing Out) es una actividad también relacionada con la adicción a redes sociales.

 

  • Ansiedad y depresión:

Uno de cada seis jóvenes experimentará un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida, asimismo, el estudio demostró que cuatro de cada cinco jóvenes afirman que el uso de las redes sociales provoca que sus sentimientos de ansiedad empeoren.

Ver amigos de vacaciones o disfrutando de las noches, puede hacer que las personas sientan que se están perdiendo de cosas mientras otros disfrutan de la vida. Estos sentimientos pueden promover un “comparar" y un efecto de "desesperación".

Los estudios sugieren también que las personas que ponen un límite a su consumo de redes sociales tienden a ser más felices que las que no lo hacen. Los usuarios ocasionales de las redes sociales tienen tres veces menos probabilidades de experimentar síntomas de depresión que aquellos que pasan más tiempo en línea.

 

  • Autoestima:

Las personas pueden llegar a experimentar sentimientos de inseguridad, envidia e insatisfacción después de pasar horas en línea, lo que conlleva a una baja autoestima.

Pasar demasiado tiempo conectados en redes sociales tiene un impacto en la percepción de las personas, pudiendo llegar a confundir la realidad e idealizar tanto lo que ven a través de la pantalla que no se sienten a gusto consigo mismos.

De acuerdo con lo anterior, es fundamental mencionar que las imágenes que se muestran en redes sociales pueden ser poco realistas logrando que las personas experimenten sentimientos de autoconciencia como búsqueda del perfeccionismo, lo que se podría manifestar en un trastorno de ansiedad.

 

Para ser consumidores consientes y hacer un uso seguro de las redes sociales se deber tener en cuenta lo siguiente:

  • Establecer límites, desactivar las notificaciones cuando estemos realmente ocupados o en reuniones familiares, adicionalmente, establecer una cantidad limitada de horas para navegar diariamente en las redes sociales.

  • Ser consiente, preguntarse si lo que se está viendo realmente le hace sentir bien o por el contrario le sienta mal, dejar de seguir aquellas cuentas que le causen malestar.
  • ¿Por qué lo haces?: procurar tener una intención clara al hacer uso de las redes sociales. Por ejemplo, muchas personas revisan Twitter para enterarse de las noticias y está bien. El entretenimiento también es válido, lo importante es tomar usted mismo la decisión de hacerlo porque quiere y le está aportando algo positivo.

  • Realizar periodos de desintoxicación: estar expuesto por tiempo prolongado a las redes sociales puede ser perjudicial para la salud mental, así que pueden ser necesarios periodos de total desconexión. Tomar un día libre a la semana podría prevenir los riesgos que conllevan las redes sociales.

Queda claro que las redes sociales tienen una relación directa con la salud mental de las personas, pero cada uno es responsable de cuidar su salud mental y de aprender a usarlas tomando las medidas necesarias para evitar experiencias negativas y llevar una relación saludable con ellas.

 

 

 

Fuentes:

www.recavar.org/redes-sociales-y-salud-mental

www.pepsic.bvsalud.org/scielo.php

www.asivamosensalud.org/

 

 

 

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